
La provincia de Granada cuenta con una particular orografía en la que se suceden cadenas y macizos montañosos dominados por las Cordilleras Béticas, con amplios valles y depresiones. Estas formaciones geológicas originadas hace millones de años, provocaron la formación de depósitos de materiales que se fueron alojando en el fondo de los ríos Genil y Darro y que contenían una gran variedad de recursos minerales: cobre, plata, oro, plomo, etc.
La aparición de piezas de oro en diversas necrópolis ibéricas de la provincia de Granada, ya nos indica el uso e importancia de estos materiales. Durante época romana, se construyó una gran infraestructura para la explotación de las minas situadas en el Cerro del Sol y el conocido como Cerro del Oro a través de un sistema denominado “Ruina montium”, que permitía la extracción de oro.
Las crónicas árabes mencionan esta riqueza y la gran variedad de piedras que también producía la región como: mármol, serpentina, y jaspe. Estos recursos fueron aprovechados para distintos fines y aplicado a objetos de uso cotidiano, armas, vestimenta, joyería, decoración, etc., mejorando o ampliando técnicas que les permitieran incorporar diferentes materiales. La técnica usada por los orfebres nazaríes era la tradicional y venía heredada desde el Califato cordobés. Es por ello, que había un gran número de joyeros cordobeses en el Reino Nazarí.
En el caso de las armas, sabemos que en los s. X y XI las que se elaboraban en Granada estaban hechas de bronce, acero alfinde (aleación de hierro y carbono que da mayor dureza al acero, procede del árabe mirí min hind que significa “espejo de acero”) y hojalata. Pero es en las empuñaduras de las espadas jinetas, arma típica de los nazaríes, donde se puede apreciar la labor finísima de los orfebres granadinos. En ellas se emplean toda clase de técnicas y materiales preciosos como el marfil o la seda.
La mujer hispano musulmana era muy aficionada a las joyas y las llevaba puestas en distintas partes del cuerpo (aretes, pulseras, ajorcas*, anillos, etc). Para conservarlas las guardaban en joyeros que eran diseñados en maderas nobles y decorados con taraceas de diferentes materiales (marfil, hueso, nácar, etc).
En los fondos del Museo de la Alhambra se conservan una serie de objetos como: ajorcas, aretes, cordones, anillos, etc., de gran valor, pertenecientes al “Tesorillo de Medina Elvira” que fueron localizados en el área del complejo de la Alhambra. Aunque no están en exposición permanente, podemos disfrutar en la Sala II de algunas piezas de plata, ajorca y monedas pertenecientes al “Tesorillo de época Emiral” encontrado en las canteras de Sierra Elvira. En la Sala V hay pulseras de vidirio de época nazarí del s. XIV.
Sin embargo, uno de los tesoros más importantes de esta época “El Tesoro de Mondújar”, se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid. Se trata de una pieza de oro bellísima y lujosamente decorada en filigrana formado por piezas de distintas formas. También podemos encontrar en este museo otras pulseras de plata y adornos.
Las prendas de vestir de hombres y mujeres eran decoradas con multitud de piedras preciosas (perlas*) o adornos valiosos como: botones, broches, hebillas, etc., de una fineza y diseño exquisitos.
En el libro “Ordenanzas de Granada y las artes industriales granadinas” de Francisco de Paula Valladar, podemos documentarnos muy bien sobre el modo en que se regulaban las artes que se trabajaban en Granada en 1501. Destaca en su contenido, como los oficios que en el Reino de Granada, fueron la admiración de gentes de todo el mundo, perdieron su esencia y a sus artesanos después de la expulsión de los moriscos de la ciudad y decaer el estilo mudéjar.
TÉCNICAS:
Filigrana.- Se sueldan finísimos hilos de oro o plata con los que se realizan una serie de decoraciones sobre lámina.
Granulado.- Con hilos de metal fundidos se forman pequeñas esferas que se sueldan sobre una lámina o al aire siguiendo el mismo procedimiento utilizado para la filigrana.
Damasquinado.- Su origen se remonta al Antiguo Egipto, Grecia y Roma. Su nombre hace referencia a la ciudad de Damasco (Siria) y fue introducida en la península Ibérica durante el período musulmán. Esta técnica consiste en la realización de figuras o dibujos mediante la introducción, ataujìa o embutido de finos hilos de oro y plata en acero o hierro. Esta técnica está acreditada en el reino granadino, como lo demuestran las dagas conservadas.
Nielado.- Se utiliza una pasta llamada Nielo(mezcla de plata, cobre, azufre y plomo) de color negro. Es una labor, a modo de taracea, de esmalte sobre metales. Sólo se emplea sobre plata.
Piedra engastada.- Utilizada en los anillos, consiste en dejar una oquedad en la parte superior del anillo donde va incrustada generalmente una piedra preciosa.
Decoración incisa.– En este caso, la decoración del anillo va esculpida en el metal, formando dibujos. Es el caso de los sellos, que en ocasiones llevaban la inicial de su propietario.
Cincelado.- Se destemplaba el metal por medio del “recocido” golpeándolo con pequeños cinceles a modo de bisel. moldeando los objetos.
Repujado.- A golpes de martillo sobre el metal consiguiendo que la insistencia del golpe pudiera dar la forma deseada por el rehundido de la superficie, a manera de bajorrelieve con caracteres opuestos en las dos caras de la plancha.
*Ajorca.- Joya que podía colocarse en tobillos, muñecas o antebrazos. Piezas huecas modeladas mediante cuño para conseguir la convexidad necesaria para el diseño del objeto.
*Perla o Aljófar
BIBLIOGRAFÍA:
Museo de la Alhambra
Paula Valladar, Francisco (1915). Las ordenanzas de Granada y las artes industriales granadinas. Recuperado de : http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=195538&texto_busqueda=
FOTOGRAFÍA:
Santiago López Pastor. Recuperado de:
https://www.flickr.com/photos/100759833@N05/13679088564/in/photostream/
AUTORA: Mª José Claver Talavera